AJUSTE MECANICO
AJUSTE MECÁNICO
Tipos de ajuste.
Varias son las acepciones de esta palabra, y entre ellas:
a) Elaborar y acabar a mano una pieza metálica, según la forma y las dimensiones establecidas por el dibujo;
b) Acabar y retocar piezas trabajadas previamente en las máquinas;
c) Adaptar dos o más piezas que deben trabajar una dentro de otra.
La realización de cualquier trabajo de ajuste, por complejo que sea, siempre implica la sucesión de algunas o de todas las operaciones sencillas y fundamentales como el limado, trazado, etcétera.
BANCO DE AJUSTADOR
Para realizar su trabajo, el mecánico ajustador necesita un banco de construcción sólida, alto de 80 a 90 centímetros.
El banco puede ser sencillo o doble, construido de madera o de metal, y también de madera revestida de chapa. Además, puede ser de uno o de varios puestos de trabajo
En el banco se fijan -las morsas, que no deben estar demasiado juntas. Para disponer de espacio, conviene co¬locarlas a 1,50 metros una de otra.
Debajo del tablero, sostenido por patas o soportes sólidos, se desliza un cajón, a veces dos, por cada lugar de trabajo, para guardar las herramientas.
Sobre el banco, frente a la morsa, se coloca un soporte para los dibujos, hojas pilotos y demás elementos didácticos.
Conviene, además, que haya un mármol con cilindro de control colocado delante de un vidrio opaco que pueda ser iluminado
Muy apropiadas son, también, una plancha de goma, para apoyar las herramientas de trabajo , y otra de madera, para los instrumentos de medida y de control .
MORSAS
Las morsas sirven para sujetar, en la posición más con¬veniente, las piezas que se han de trabajar. Hay tres tipos principales de morsas, a saber:
Morsas articuladas
Se componen de un brazo fijo y de otro que se abre en ángulo , articulados en una clavija o "pasador roscado; y ade¬más, del tornillo con la tuerca respectiva en forma de caja , del resorte y de la manija .
Son de acero forjado, y resultan muy resistentes, por lo cual se destinan a trabajos de cerrajería y de forja. Por el contrario, no son apropiadas para trabajos de ajuste, porque sus mandíbulas no se con-servan paralelas al abrirse
b) Morsas paralelas
Al igual que las articuladas, constan de una mandíbula fija y de otra móvil, y se construyen de fundición o de acero colado. Estas últimas son las más resistentes.
La diferencia esencial entre estas morsas y las articuladas, es que cualquiera sea la abertura de las mandíbulas, las mordazas quedan siempre paralelas, y así sujetan en perfectas condiciones las piezas de cualquier tamaño.
c) Morsas para máquinas
Son del tipo paralelo, con mandíbulas más bajas y con un tornillo de punta cuadrada, donde se enchufa la ma¬nivela para acercar y apretar la mandíbula móvil.
MORDAZAS.
Se llaman mordazas las partes de las morsas que aprie¬tan directamente la pieza que se trabaja. Pueden ser fijas o postizas.
Las primeras son piezas de acero estriadas o lisas, que van atornilladas a las mandíbulas de la morsa. Pero cuando se han de trabajar piezas delicadas, y hay peligro de que las estrías rayen las caras ya trabajadas de las piezas, se revisten con mordazas postizas de plomo, zinc, cobre o cartón
En las morsas para máquinas, las mordazas generalmente están .templadas y rectificadas.
Para trabajos especiales, las mordazas pueden ser sus¬tituidas por otras de forma apropiada.
EMPLEO Y MANUTENCIÓN DE LA MORSA
La morsa es el primer equipo con el cual se pone en contacto el alumno mecánico.
La morsa debe ser colocada a una altura proporcio¬nada, para que el aprendiz pueda traba¬jar con soltura y como¬didad.
NORMAS PARA SU CORRECTO USO
Para obtener de las morsas el más alto rendi¬miento, y mantenerlas siempre en óptimas con-diciones de eficiencia, se observarán las siguientes normas:
a) Abrir completamen¬te la mandíbula corrediza, y asegurarse de que las mordazas están limpias de grasa, aceite y partícu¬las extrañas;
b) Sujetar la pieza lo más bajo que sea posible, y en el centro de las mordazas;
c) Obsérvese que la superficie que se ha de trabajar quede paralela a las mordazas;
d) Apriétese entonces la pieza con un firme golpe de manija, que se empuñará por una de sus extremidades;
e) No se golpee la manija para apretar más la pieza;
/) Las piezas pequeñas y los materiales blandos han de ser apretados con suavidad;
g) Las piezas pesadas y los materiales duros se ajus¬tan con fuerza entre las mordazas; pero sin exagerar, para no causar daño a la morsa;
h) Para quitar la pieza de la morsa, tómesela con la mano izquierda, y empújese reciamente la manija con la derecha;
i) No se emplee la morsa paralela para trabajos que obliguen a esfuerzos violentos, como doblar chapas grue¬sas, desbastar piezas con el cortafrío, etcétera.
/) Engrásense a menudo las guías, pero sin exceso, pues al mezclarse las limaduras con la grasa y el aceite, quedarían adheridas a las partes vitales de la morsa.
NORMAS DE SEGURIDAD
A pesar de que la morsa parezca una herramienta no presenta peligro alguno; sin embargo, la falta de cuidado puede acarrear daños a las manos.
Por ejemplo:
a) Al apretarse distraídamente los dedos entre las mordazas y la pieza que se estuviere trabajando;
b) Al dejarse apretar la punta de los dedos entre la cabeza de la manija y la cabeza del tornillo de cierre.
PARA SUJETAR PIEZAS DE FORMA ESPECIAL
Los dispositivos más usados en los distintos casos, son las siguientes:
a) Piezas delgadas: Se fijan con clavitos sobre tablitas de madera dura (Fig. 6). Se pueden fijar también sobre un plano metálico, por medio de grampas registrables.
b) Piezas largas y delgadas: Se aprietan en la morsa con equipos prolongados fuera de las mordazas (Fig. 8).
c) Piezas muy irregulares: Se sujetan por medio de mordazas compuestas de elementos móviles, y orientables alrededor de un eje (Fig. 9).
NORMAS DE ORIENTACIÓN
El aprendiz que entra en el taller de ajuste para practicar con las herramientas y los útiles propios de este oficio, ha de conocer algunas normas fundamentales que lo orienten en el nuevo ambiente de trabajo. Recuerde, entonces, que:
1º) En el taller se aprende:
a) Trabajando con interés e inteligencia;
b) Observando las normas del reglamento;
c) Usando mucho espíritu de observación.
2º) Una correcta disciplina exige:
a) Respeto y obediencia a los Instructores;
b) No hablar sin verdadera necesidad;
c) No alejarse de su propio lugar;
d) Ser respetuoso de las cosas ajenas.
3º) El lugar de trabajo:
a) Se ha de conservar limpio, ordenado, con el cajón cerrado al retirarse;
b) Se han de mantener todas las herramientas en perfecto estado de efi¬ciencia.
4º) La limpieza queda asegurada:
a) No utilizando el overol para limpiarse las manos, ni las piezas con las cuales se esté trabajando;
b) Manipulando con esmero los aceites, grasas, pinturas, etcétera;
c) Procurando tener siempre un trapo para limpiarse las manos;
d) Limpiando con cuidado las piezas y las herra¬mientas;
e) Lavándose cuidadosamente después del trabajo.
5º) El orden se consigue:
a) Sobre el banco, colocando encima sólo las herra¬mientas necesarias;
b) En el cajón, guardando cada cosa en su lugar (Fig. 10/1);
c) Manteniendo bien ordenadas las piezas que se han de trabajar, y separadas de las herramientas.
6º) Higiene:
La salud del personal negligente y distraído puede sufrir graves daños, cuando no se observan las normas de higiene y prudencia relacionadas con:
a) La correcta posición en el trabajo;
b) El cuidadoso empleo de las herramientas;
c) La iluminación necesaria y conveniente;
d) Los cambios repentinos de temperatura y las co¬rrientes de aire;
e) La cuidadosa desinfección de eventuales heridas; /) La prevención de los accidentes de trabajo.
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Tipos de ajuste.
Varias son las acepciones de esta palabra, y entre ellas:
a) Elaborar y acabar a mano una pieza metálica, según la forma y las dimensiones establecidas por el dibujo;
b) Acabar y retocar piezas trabajadas previamente en las máquinas;
c) Adaptar dos o más piezas que deben trabajar una dentro de otra.
La realización de cualquier trabajo de ajuste, por complejo que sea, siempre implica la sucesión de algunas o de todas las operaciones sencillas y fundamentales como el limado, trazado, etcétera.
BANCO DE AJUSTADOR
Para realizar su trabajo, el mecánico ajustador necesita un banco de construcción sólida, alto de 80 a 90 centímetros.
El banco puede ser sencillo o doble, construido de madera o de metal, y también de madera revestida de chapa. Además, puede ser de uno o de varios puestos de trabajo
En el banco se fijan -las morsas, que no deben estar demasiado juntas. Para disponer de espacio, conviene co¬locarlas a 1,50 metros una de otra.
Debajo del tablero, sostenido por patas o soportes sólidos, se desliza un cajón, a veces dos, por cada lugar de trabajo, para guardar las herramientas.
Sobre el banco, frente a la morsa, se coloca un soporte para los dibujos, hojas pilotos y demás elementos didácticos.
Conviene, además, que haya un mármol con cilindro de control colocado delante de un vidrio opaco que pueda ser iluminado
Muy apropiadas son, también, una plancha de goma, para apoyar las herramientas de trabajo , y otra de madera, para los instrumentos de medida y de control .
MORSAS
Las morsas sirven para sujetar, en la posición más con¬veniente, las piezas que se han de trabajar. Hay tres tipos principales de morsas, a saber:
Morsas articuladas
Se componen de un brazo fijo y de otro que se abre en ángulo , articulados en una clavija o "pasador roscado; y ade¬más, del tornillo con la tuerca respectiva en forma de caja , del resorte y de la manija .
Son de acero forjado, y resultan muy resistentes, por lo cual se destinan a trabajos de cerrajería y de forja. Por el contrario, no son apropiadas para trabajos de ajuste, porque sus mandíbulas no se con-servan paralelas al abrirse
b) Morsas paralelas
Al igual que las articuladas, constan de una mandíbula fija y de otra móvil, y se construyen de fundición o de acero colado. Estas últimas son las más resistentes.
La diferencia esencial entre estas morsas y las articuladas, es que cualquiera sea la abertura de las mandíbulas, las mordazas quedan siempre paralelas, y así sujetan en perfectas condiciones las piezas de cualquier tamaño.
c) Morsas para máquinas
Son del tipo paralelo, con mandíbulas más bajas y con un tornillo de punta cuadrada, donde se enchufa la ma¬nivela para acercar y apretar la mandíbula móvil.
MORDAZAS.
Se llaman mordazas las partes de las morsas que aprie¬tan directamente la pieza que se trabaja. Pueden ser fijas o postizas.
Las primeras son piezas de acero estriadas o lisas, que van atornilladas a las mandíbulas de la morsa. Pero cuando se han de trabajar piezas delicadas, y hay peligro de que las estrías rayen las caras ya trabajadas de las piezas, se revisten con mordazas postizas de plomo, zinc, cobre o cartón
En las morsas para máquinas, las mordazas generalmente están .templadas y rectificadas.
Para trabajos especiales, las mordazas pueden ser sus¬tituidas por otras de forma apropiada.
EMPLEO Y MANUTENCIÓN DE LA MORSA
La morsa es el primer equipo con el cual se pone en contacto el alumno mecánico.
La morsa debe ser colocada a una altura proporcio¬nada, para que el aprendiz pueda traba¬jar con soltura y como¬didad.
NORMAS PARA SU CORRECTO USO
Para obtener de las morsas el más alto rendi¬miento, y mantenerlas siempre en óptimas con-diciones de eficiencia, se observarán las siguientes normas:
a) Abrir completamen¬te la mandíbula corrediza, y asegurarse de que las mordazas están limpias de grasa, aceite y partícu¬las extrañas;
b) Sujetar la pieza lo más bajo que sea posible, y en el centro de las mordazas;
c) Obsérvese que la superficie que se ha de trabajar quede paralela a las mordazas;
d) Apriétese entonces la pieza con un firme golpe de manija, que se empuñará por una de sus extremidades;
e) No se golpee la manija para apretar más la pieza;
/) Las piezas pequeñas y los materiales blandos han de ser apretados con suavidad;
g) Las piezas pesadas y los materiales duros se ajus¬tan con fuerza entre las mordazas; pero sin exagerar, para no causar daño a la morsa;
h) Para quitar la pieza de la morsa, tómesela con la mano izquierda, y empújese reciamente la manija con la derecha;
i) No se emplee la morsa paralela para trabajos que obliguen a esfuerzos violentos, como doblar chapas grue¬sas, desbastar piezas con el cortafrío, etcétera.
/) Engrásense a menudo las guías, pero sin exceso, pues al mezclarse las limaduras con la grasa y el aceite, quedarían adheridas a las partes vitales de la morsa.
NORMAS DE SEGURIDAD
A pesar de que la morsa parezca una herramienta no presenta peligro alguno; sin embargo, la falta de cuidado puede acarrear daños a las manos.
Por ejemplo:
a) Al apretarse distraídamente los dedos entre las mordazas y la pieza que se estuviere trabajando;
b) Al dejarse apretar la punta de los dedos entre la cabeza de la manija y la cabeza del tornillo de cierre.
PARA SUJETAR PIEZAS DE FORMA ESPECIAL
Los dispositivos más usados en los distintos casos, son las siguientes:
a) Piezas delgadas: Se fijan con clavitos sobre tablitas de madera dura (Fig. 6). Se pueden fijar también sobre un plano metálico, por medio de grampas registrables.
b) Piezas largas y delgadas: Se aprietan en la morsa con equipos prolongados fuera de las mordazas (Fig. 8).
c) Piezas muy irregulares: Se sujetan por medio de mordazas compuestas de elementos móviles, y orientables alrededor de un eje (Fig. 9).
NORMAS DE ORIENTACIÓN
El aprendiz que entra en el taller de ajuste para practicar con las herramientas y los útiles propios de este oficio, ha de conocer algunas normas fundamentales que lo orienten en el nuevo ambiente de trabajo. Recuerde, entonces, que:
1º) En el taller se aprende:
a) Trabajando con interés e inteligencia;
b) Observando las normas del reglamento;
c) Usando mucho espíritu de observación.
2º) Una correcta disciplina exige:
a) Respeto y obediencia a los Instructores;
b) No hablar sin verdadera necesidad;
c) No alejarse de su propio lugar;
d) Ser respetuoso de las cosas ajenas.
3º) El lugar de trabajo:
a) Se ha de conservar limpio, ordenado, con el cajón cerrado al retirarse;
b) Se han de mantener todas las herramientas en perfecto estado de efi¬ciencia.
4º) La limpieza queda asegurada:
a) No utilizando el overol para limpiarse las manos, ni las piezas con las cuales se esté trabajando;
b) Manipulando con esmero los aceites, grasas, pinturas, etcétera;
c) Procurando tener siempre un trapo para limpiarse las manos;
d) Limpiando con cuidado las piezas y las herra¬mientas;
e) Lavándose cuidadosamente después del trabajo.
5º) El orden se consigue:
a) Sobre el banco, colocando encima sólo las herra¬mientas necesarias;
b) En el cajón, guardando cada cosa en su lugar (Fig. 10/1);
c) Manteniendo bien ordenadas las piezas que se han de trabajar, y separadas de las herramientas.
6º) Higiene:
La salud del personal negligente y distraído puede sufrir graves daños, cuando no se observan las normas de higiene y prudencia relacionadas con:
a) La correcta posición en el trabajo;
b) El cuidadoso empleo de las herramientas;
c) La iluminación necesaria y conveniente;
d) Los cambios repentinos de temperatura y las co¬rrientes de aire;
e) La cuidadosa desinfección de eventuales heridas; /) La prevención de los accidentes de trabajo.
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